Impresiones de Beijing.

Hace una semana y dos días que volví del continente asiático, concretamente de Beijing la capital de China. Solo he estado en esta ciudad 7 días y vuelvo con la sensación de querer mas de este país, de esta ciudad, de sus calles, esos hutones tan auténticos y de sus gentes. La primera impresión que tuve cuando salí del asfixiante metro de Beijing, fue de mucho polvo en el ambiente, al paso de los días te das cuenta de que no es polvo sino contaminación, no podemos esperar otra cosa del país mas poblado del mundo y una ciudad con cerca de 22 millones de habitantes, ahora entiendo porque mas de uno lleva mascarilla, cuando llevas todo el día fuera, la sensación de atasco en la nariz es importante jeje.

Cuando has dado dos pasos por sus calles, enseguida te das cuenta de que todo es mas distinto de lo que habias imaginado, leido o de lo que te habian contado. Para vivir Beijing hay que estar ahi, sentirla, pasear tranquilamente por sus calles y perderse por sus hutones. Cuando uno viaja a una ciudad siempre piensa en el modelo de ciudad al que los europeos estamos acostumbrados, altos edificios, mucho trafico, gente corriendo de aqui para alla, etc... pero Beijing rompe con todo esto, conserva la esencia de pueblo con casas de una sola planta y patio interior y es lo que te atrapa de esta ciudad que hace que quieras volver y que para siempre le tendre un cariño muy especial. 

Al ser mi primera experiencia asiática no podía dejar de visitar los templos y calles mas turísticos, me hubiese gustado caminar sin rumbo y que la ciudad sola me sorprendiese con cada vuelta de esquina, pero es algo que tengo en mente, pues se que Beijing tiene mucho mas que ofrecerme, a parte de estos siete días que me han dejado fascinada y con muy buenas sensaciones.

Cuando uno viaja siempre se informa sobre el país que visita y la ciudad, en mi caso cuando vi la cantidad de habitantes que tenia Beijing, enseguida me vino a la mente la palabra ¡caos!, pero nada mas allá de lo que pensaba, cierto es que en algunas zonas hay mas aglomeraciones y que al cruzar la calle no hay ley, sálvese quien pueda jaja pero nada que nos pueda asustar o tener sensación de agobio. 

Yo creo que es la ciudad de la bici, jamas había visto a tanta gente en bicicleta, al principio no sabes por donde andar pues escuchas pitos de bicis por todos lados jaja, aunque con las distancias tan enormes que tiene, normal que se mueva la gran mayoría en este tipo de trasporte gratuito y que no contamina. Como decía las distancias en Beijing son enormes, el metro esta muy bien pero aun tienen que hacer mas paradas, jamas he andado tanto en una ciudad, acabé con los pies molidos pero de este modo es como mejor se vive un viaje, caminando, perdiéndote y encontrándote.

Mi conclusión es que Beijing es maravillosa, diferente a todo lo que había conocido, por eso supongo que me ha cautivado y estoy segura que algún día volveremos a encontrarnos.

saludos, en mi próxima entrada narrare mi visita a los templos.